VALLTER 2000
TENIA QUE PASAR
VIERNES 13 DE JULIO
DISTANCIA: 35.12Km
TIEMPO: 3h03min
PROMEDIO: 12Km/h
Vel MAX: 45Km/h
RUTA: Sant Julià de Vilatorta-Casilla dels Peons-San Sadurní d’Ossosmort-Vilanova de Sau-Castell de Sant Llorenç- Sant Julià de Vilatorta.
MI TREK 8500
MI TREK 8500
Cuatro años de flor en flor, hasta que la conocí. Lo sabía todo de ella: geometría, grupo, suspensión, frenos, llantas, pero tenía que verla. Fue amor a primera vista. Una bici de 2000€ con el aspecto de una de gama alta, moderna, llamativa. Por fin TREK se ha quitado la venda de los ojos y diseña una bici muy hermosa. ¿Un simple cambio de colores varia tanto a un objeto? El primer “clic” con los pedales automáticos y el latido crece: me pide caña y la acabo de conocer. Responde fina como la seda. Qué placer no oír el maldito chirrido de los discos, ni el cuadro crujiendo en la caja de pedalier. Sólo las hojas y un aliento gradual cuando subo con todo el desarrollo por unas trialeras de vértigo. Es muy manejable. Mis muñecas se lo agradecen. Llevo una presión de la horquilla más baja, y parece que floto. Si el terreno se alisa, la bloqueo y punto: se pone firme o juguetona. Alcanzar la cima merece el regalo de la bajada, y la parte trasera no siempre está pegada al suelo: ¿será ese su único defecto?
Es la esencia de la Mountain Bike, las ganas locas de salir, sin importarme el destino, sólo el sonido de la naturaleza y mi aliento. Salgo después de un día de trabajo duro como si fuera un pro, con el cronómetro en mi contra; o en plan tranquilo, con el camelbak, un bocata, unas barritas, los mapas recuperados, la cámara y la aventura. Como pasó con mi primera BTT a los catorce años, e iba de excusión sin saber adónde. He rescatado la inocencia: esto es lo que me aporta mi bici. Me evado sin pensar en nada. Y sigo enamorado. Ella también, y eso que la maltrato a menudo.
TRILOGIA CON RAMON EL GRANDE-3ª parte
Subida a Collfred (http://www.ramacabici.com/altimetrias/collfred01.htm) pasando primero Coll de Bracons (http://www.ramacabici.com/altimetrias/collfred01.htm)
RUTA: Sant Pere de Torelló-Coll de Bracons-Sant Privat d’en Bas-COLLFRED-Vidrà-Torelló-Sant Pere de Torelló.
Pues nada, hoy examen final de temporada. No hay excusas que valgan. Aquí o se sube o no. La verdad es que me encuentro físicamente muy bien, llego en el momento óptimo de forma, pero esto es realmente muy duro, tan sólo hay que mirar la altimetría para echarse atrás. Vamos a ver en el embrollo en el que me ha metido Ramón. Todo es por su culpa si la cosa sale mal, o gracias a él si sale bien.
Hace poco más de un mes, después de superar el reto de 30km/h me propuso esta locura. Yo no sé decir que no, así que acepté a ciegas, como siempre. Nada más y nada menos que Collfred por la banda de Sant Privat d’en Bas. 14km durísimos con 4km seguidos a más del 10% de media y más de una rampa al 20%. Aquí se dé más de uno que ha tenido que echar pie a tierra. Lo dicho, pan comido. Y para ir calentando primero hay que subir Coll de Bracons, que por sí solo ya lo podríamos nombrar un puerto de 1ªcategoría.
Como esto va a ser algo grande, para la ocasión contamos con una asistencia de lujo: Jesús, Dolors, Montse y Xavi. Dos pedaleando y cuatro mirando, ¡qué le vamos a hacer! “Los valientes mueren solo una vez”.
Creo que ya es hora de empezar…. A las 10.30 estamos a punto para salir en Sant Pere de Torelló. Llega la asistencia, les damos los bártulos que necesitaremos durante el trayecto y al ¡ataque! Mi idea es pasar Coll de Bracons sin forzar. El objetivo principal no es éste, sino lo que viene detrás, así que hay que guardar fuerzas. La teoría es buena, siempre y cuando no vayas con Ramón. El tío imprime un ritmo endemoniado. Yo, al estar descansado y fresco (estoy de vacaciones) lo aguanto bien. Al llegar el tramo duro (12%) él se empieza a alejar. Aquí empiezo a utilizar la cabeza y me marco un ritmo que no me exija más de la cuenta. Paso un momento algo apuradillo, así que adelante tripleta que hay para un buen rato de subida. En otras circunstancias no la habría puesto, pero estoy muy mentalizado (o acojonado) de que Collfred es lo importante. Poco a poco voy recuperando, y corono Bracons con un promedio de 17.5km/h, ¡casi nada para ir reservándome!
Aquí está el primer avituallamiento oficial de la jornada. Una barrita y recoger el para-vientos que hay que bajar Joanetes y hace fresquito, aunque el día es bueno. Es la primera vez que bajo por aquí. Vamos con cuidado porque el asfalto es muy malo. Bajando es como se ve bien el desnivel. Te cagas. Nos cruzamos con gente que va subiendo y sus caras son de lo más expresivas. Habrá alguno que quizá no llegue a la cima sin tener que tomarse un descansillo. Normal que sufra tanto las veces que yo lo he hecho de subida.
Llaneamos hasta Sant Privat. Es un tramo fácil, en principio. Supongo que a Ramón se le estará quemando el arroz en casa, digo yo, porque tiene mucha prisa, así que lo dejo ir. El tío me quiere reventar antes de la subida. Este tramo representa que es para recuperar y empezar frescos la subida. Si lo sigo, no llego ni a pie de puerto. Cruzamos Sant Privat, cogemos la carretera estrecha, entregamos los cascos, un solo bidón para ir ligeros de peso y arrojamos todo el miedo que he ido acumulando. Ya estamos aquí.
Empieza suave, sin mayores apuros. Llega la primera rampa, que a simple vista no impresiona demasiado. Ramón me dice: -- Yo ya meto todo el desarrollo. Esto me asusta, viniendo de él, no parece que la cosa sea para tanto. Por si acaso será mejor hacerle caso, meter la tripleta y reservar algún piñón. Él ya ha subido antes aquí, se lo conoce bien. Esto me va a venir de maravilla para poder dosificarme.
Pasamos la primera rampa. Lo que viene a continuación no se puede describir, hay que vivirlo, o sufrirlo. Más de 4km infernales. Una rampa detrás de otra. Cada vez que baja algo el porcentaje parece un descansillo. Evidentemente aquí ya voy con todo el desarrollo puesto. Pasamos una rampa del 15%, otra al 18%, otra al 16% y un par de ellas al 20%. Los tramos larguísimos al 12% ya ni los cuento. Me mentalizo muy bien en dar una pedalada tras otra, controlando bien la respiración, incluso nos permitimos el lujo de hablar de vez en cuando. También tenemos la ayuda de la afición que no para de animar. Jesús además nos está haciendo un reportaje de fotos, a nosotros y al paraje tan extraordinario por el que estamos dejando grandes gotas de sudor y bien seguro un recuerdo inolvidable.
Me anima mucho ver que Ramón no se aleja, bueno, en las rampas más duras, porque a la que baja la pendiente sale disparado. Vamos pasando metros, poco a poco, pero pasándolos, que es lo importante. En ningún momento me veo apurado del todo. Es muy duro, pero las piernas responden a la perfección, como en las grandes ocasiones. Vamos constantemente a 8km/h y puntualmente algo menos, pero muy raramente. Esto unido a los ánimos de la afición lo hacen más llevadero, hasta llegar al clímax ciclista. Es el momento en el que sabes que ya nada te va a vencer, la cima aún queda lejos, pero la vas a conquistar, no se te va a escapar, ya es tuya, vas a tenerla bajo tus pies. El momento en que el sufrimiento, y el dolor se convierten en placer. Es la recompensa al entrenamiento, a las tardes sacrificadas después de trabajar, a los jueves madrugando y dando largas palizas en compañía de Jesús, a los días en los que Sonia ha sufrido por mí, como hoy, que no ha podido venir y sobre todo por ese orgullo que te hace sacar más de ti para lograr el objetivo marcado. ¡!!No hay límites, has vencido!!!
Pero no cantemos victoria todavía, aún queda un trozo. Esa alegría no me ceba. Hay que seguir dándole caña a los pedales hasta pasar los kilómetros más largos que he hecho desde el Angliru. Hace ya seis años de aquella aventura, pero hoy lo he recordado más de una vez.
A partir de aquí la cosa es mucho más suave, incluso con alguna bajada traicionera que se acaba de repente con una fuerte rampa. Esto, unido a lo que llevamos encima, hace que las piernas se te destrocen como un cubito al caer en la sopa. Nos volvemos a encontrar con algún tramo del 15% y ya por fin, el último del 20%. Ahora ya no me asusta nada. Tenemos menos fuerza, pero más moral.
Por fin coronamos, sin el premio que cualquier ciclista anhela en la cumbre. La señal que marca la cima del puerto. Aquí no la hay. Nos queda el buen sabor de haberlo logrado y el exuberante paisaje verde que nos envuelve por todos lados. Bajamos con cuidado hasta Vidrà. Hay que vigilar. Hay alcantarillas que cruzan toda la carretera y son muy peligrosas. Una de ella casi me la como saliendo de una curva. Tengo que clavar frenos, me derrapa la bici y la paso de milagro. Suerte, hubiera sido una lástima acabar una ruta tan fantástica yendo por los suelos. Paramos en Vidrà. Nos comemos una buena butifarra, un cortado y mi cigarrito de rigor. ¡No todo va a ser sano! Qué le vamos a hacer, uno tiene sus fallos. Llamo a Sonia para informarle de que todo ha salido de maravilla y también a Agustí que no ha podido venir.
Nos despedimos de la asistencia. Jesús tiene que ir a trabajar. Lástima que no se haya animado en esta empresa. Espero que para el año que viene se entrene, más de la cabeza que de las piernas, que seguro puede hacerlo. Montse y Xavi han alucinado con lo que han vivido hoy. Dolors, qué decir. Ella ha estado en casi todas mis gestas. Ya conoce todas mis expresiones. No hace falta que le diga si voy bien o no, lo sabe de sobras. Ella nunca falla.
Reponemos un poco y para Sant Pere de Torelló de nuevo. Lo que queda es fácil. Bajada hasta Sant Quirze, un trozo malo de nacional, que está en obras y por suerte no hay mucho tráfico. En seguida nos plantamos en Torelló y un último paseo hasta Sant Pere. A estas alturas no sobran las fuerzas, pero tampoco faltan y vamos a buen ritmo, aunque evidentemente Ramón tira más de relevos que yo. Sino que no estuviera tan fuerte. Llegamos al coche, bajamos de la bici y ¡Guau! Lo hemos logrado, bueno, lo he logrado yo porque él ya lo había hecho y desde Montrodon que son 50km más. Pero esto ya es otra historia. Para mí lo de hoy es más que suficiente. Regresamos charlando para casa. Nos despedimos ya, hasta la próxima temporada, haciendo proyectos mentales sin parar.
Una vez digerido todo esto me doy cuenta de lo bien que he ido. Ha salido todo redondo. El día, la temperatura, la asistencia, el gran compañero-guía, y mi mente que ha respondido como suele hacer en estas ocasiones. Evidentemente hay que estar fuerte para hacer esto. Aquí no importa ni promedio, ni el tiempo ni los desarrollos, tan sólo subir. Coll de Bracons y luego Collfred no es moco de pavo como decía aquel. He entrenado mucho y he llegado aquí en el momento óptimo de forma. Ha sido la guinda a una temporada que había empezado demasiado regular. Alcanzar un objetivo así me da ánimos para buscar retos aun mayores de cara a la próxima campaña. No he cerrado esta temporada y ya estoy pensando en la que viene. Hay que ser ambicioso.
Sin límites
TRILOGIA CON RAMON EL GRANDE-2ª parte
2º intento de promedio a 30km/h
JUEVES 10 DE SETIEMBRE
DISTANCIA: 41,47km
TIEMPO: 1h 17min.
PROMEDIO: 31,9km/h
Vel. MAX: 71km/h
RUTA: L’Esclat-Vic-Sant Julià de Vilatorta-Casilla del Peons-La Fullaca-La Varita-Seva-Balenyà-Tona-L’Esclat.
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Cuando la primera ha sido un desastre, la segunda promete, por lo menos ser algo mejor. En este caso, ha sido una obra maestra, que podríamos titular: –“MEJOR IMPOSIBLE”.
Dejemos el séptimo arte aparte y vamos a centrarnos en la hazaña del día, que para mí, bien se merece esos elogios. Ha pasado poco más de un mes desde la primera intentona. He seguido entrenando fuerte con el objetivo de llegar al día de hoy y cogerme la revancha conmigo mismo y mi orgullo.
De nuevo partimos del Esclat a las 13.30h puntuales, sin tanto calor como la otra vez, pero con un poco más de viento. Bajando para Vic por la nacional, vamos algo más suaves. Ramón va tirando delante, aunque no tan bestia. Antes de llegar a Sant Julià deja que yo marque el ritmo hasta la Casilla dels Peons para no quemarme. Voy a un ritmo alegre, sin forzarme más de la cuenta. Otras veces he subido más rápido, pero hoy no quiero cometer errores, así que me guardo un poco, que seguro que lo voy a necesitar. Al no llegar ahogado arriba en la Casilla, puedo darle caña ya de entrada y sin perder tiempo en la bajada hacia la Fullaca. No me puedo despistar ni un pelo. Ramón tiene una fuerza, que en cada salida de curva con dos pedaladas suyas se me escapa.
Dirección a la Varita voy bien pegadito a su rueda. Consigo hacer todo este tramo tan pegajoso con plato. Ahora viene otro tramo malo hasta el cruce de provincias. Aquí sí que tengo que quitar el plato a ratos, aunque el ritmo sigue siendo bastante bueno. Cada vez me encuentro mejor y no me cuesta tanto coger su rueda. Claro está que él tampoco va su máximo nivel. Hay que recordar que él ya tiene aquí un promedio muy alto y lo está haciendo para que yo lo logre.
Tramo de bajada hacia Seva. Enchufamos fuerte para abajo. Aquí, como es más fácil, le doy algún relevo que otro, ya sé que no es muy importante para él, pero algo es algo. Para Hostalets el viento pica con algo más de fuerza. Nosotros no desistimos y continuamos apretando fuerte. Ya Última subida hasta Tona, que consigo hacer con plato sin mayores apuros. Entramos un par de kilómetros en la general hasta el Esclat. Aquí a fondo, a reventar las fuerzas que queden. Alcanzamos 70km/h y no llegamos a bajar de 50km/h en ningún momento hasta alcanzar la gloria, en nuestra línea de meta ficticia y ver lo que marca el cuenta-kilómetros: “31,9km/h de promedio”. No me lo puedo creer, estoy alucinando. Hoy creía de veras que lo lograría, pero no tanto. Casi 32 es ya demasiado para mí.
En todo momento he tenido buenas sensaciones, yendo de menos a más. La clave ha estado en no cebarme más de la cuenta, y así corregir los errores del otro día. Ramón se ha portado como un gran compañero, sabiéndome guiar bien en cada momento. La experiencia es un grado.
Ahora ya sé que puedo llegar a 30km/h de promedio, eso sí, en una ruta sin mucho desnivel. Hoy ha sido con ayuda. Habrá que volver a intentarlo sólo, para corroborarlo. Sé que puedo lograrlo, no sin gran entrenamiento y sacrificio, al fin y al cabo es lo que nos gusta a los aficionadillos, sufrir un poco ¿verdad?
Gran objetivo cumplido!!!!
El desertor nunca gana, el campeón nunca abandona